El Grupo de Investigación BISITE de la Universidad de Salamanca está concienciado de la importancia de las terapias avanzadas. En esta línea, desarrolla diversas capacidades transversales que permiten acometer todos tipo de proyectos relacionados con tecnologías de rehabilitación; accesibilidad, intérpretes y teleasistencia; muñecos terapéuticos conectados; realidad virtual y aumentada para rehabilitación o accesibilidad; y terapias avanzadas e inteligencia artificial

BISITE muestra todo este potencial en el campo de la discapacidad en el VI Congreso Internacional Universidad y DiscapacidadAvanzando hacia modelos universitarios inclusivos”, organizado por la Fundación ONCE y el Servicio de Asuntos Sociales (SAS) de la Universidad de Salamanca, donde Juan Manuel Corchado, director de BISITE, ha intervenido en la mesa redonda “Accesibilidad y tecnologías aplicadas a la educación” ante medio millar de asistentes presenciales junto a Marta Gago Castro, de la Fundación Universia; Anna Matamala Ripoll, directora de la red AccessCat; y Antonio Sánchez Kaiser, fundador de Bemyvega; bajo la moderación de Jesús Hernández Galán, director de Accesibilidad e Innovación de Fundación ONCE.   

Además, el grupo de investigación cuenta con un stand en el que los asistentes pueden conocer de cerca algunos como InTrack, un dispositivo que permite ver la progresión de un paciente con problemas de rodilla. El Servicio de Traumatología del Hospital de Salamanca, que lidera el especialista Juan Blanco, ya está probando con éxito el primer prototipo en pacientes operados de ligamento cruzado. En el marco de la Convocatoria de Ayudas para proyectos de investigación en ciencia y tecnología aplicada a la actividad física beneficiosa para la salud (AFBS) y la medicina deportiva con cargo a los Fondos Europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia gestionada por el Consejo Superior de Deportes en su papel de institución de fomento (Plan de Recuperación,  Transformación y Resiliencia – Financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU), ha sido financiado el desarrollo del proyecto “InTrack - Intelligent tracking of articulations in recently operated athletes”. El dispositivo, diseñado por investigadores de BISITE, permite que el paciente, desde su casa, pueda medir la movilidad de su rodilla cuando el traumatólogo se lo indique. Además, el proyecto incluye una aplicación móvil desde la que el paciente puede responder a las preguntas acerca de su lesión que le hace el especialista, que dispone, además, de una plataforma en la que recibe los datos y así puede evaluar la progresión del paciente en tiempo real, sin necesidad de que tenga que desplazarse a la consulta para hacer las mediciones. 

En esta línea de tecnologías de rehabilitación, los investigadores están probando una muleta capaz de medir la fuerza que el paciente ejerce sobre ella al caminar. El dispositivo se ha llevado a cabo a partir de una muleta normal en la que han instalado un sensor que mide la fuerza realizada por el paciente cada vez que la utiliza. Esos datos llegan a una plataforma diseñada para que pueda ser utilizada tanto por el enfermo como su fisioterapeuta, que puede así ir viendo la evolución del paciente, marcar nuevos retos o establecer alertas para el usuario.  

Asimismo, se muestra en el VI Congreso Internacional Universidad y Discapacidad el dispositivo SpineCare, proyecto del ámbito de la Internet de las Cosas (IoT), textiles inteligentes y tecnologías de rehabilitación concebido para la prevención de riesgos laborales y la corrección postural. El objetivo en este caso es monitorizar la pérdida de movilidad provocada por enfermedades neurodegenerativas. El prototipo tiene tres sensores con tecnología IMU de nueve ejes que se colocan en los dorsales, la parte media de la espalda y las lumbares, que miden aceleración y rotación, y un sensor adicional de referencia a la altura de la pelvis. El dispositivo se ha pensado para que se coloque dentro de una camiseta con una pequeña batería situada a la altura de la cintura que se conecta al móvil por bluetooth, así el paciente ve los datos en tiempo real en su móvil y el fisioterapeuta los recibe en una plataforma. De momento, SpineCare está en pruebas, pero los investigadores se muestran optimistas y auguran que el dispositivo se podrá utilizar para diferentes dolencias, como la esclerosis múltiple. 

Además, en el stand destacan las Apapachoa, muñecas terapéuticas que tienen como objetivo la estimulación emocional de los pacientes. Los investigadores han colocado un sistema electrónico dentro de las muñecas, de manera que se les encienden las mejillas, les late el corazón, hacen sonidos e incluso pueden reproducir música. Disponen de dos modos de funcionamiento: por un lado, la persona interactúa y la muñeca responde, y por el otro, el psicólogo o terapeuta controla a la muñeca y hace, por ejemplo, que llore para que los usuarios busquen la manera de calmar ese llanto. Como el resto de dispositivos, están vinculadas a una aplicación móvil y una plataforma para los profesionales que trabajen con ellas. Las muñecas Apapachoa ya se han comenzado a probar y próximamente se validarán con los pacientes del Centro de Referencia del Alzheimer de Salamanca con el fin de que en un futuro próximo formen parte de la terapia de las residencias de mayores. 

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