La mayor parte de los modelos matemáticos desarrollados para estudiar y simular la propagación del malware son modelos globales; es decir, no tienen en cuenta las caracterÍsticas individuales de los dispositivos que forman parte del medioambiente en el que se produce la infección. En los nuevos escenarios que se plantean (Internet de las Cosas, SmartCities, etc.), en los que la conectividad global es poco menos que un axioma, estos modelos presentan serias deficiencias. El objetivo de este trabajo es poner de manifiesto de manera justificada dichas deficiencias y proponer los modelos individuales como alternativa.