El concepto de Internet of Things (IoT) es aún una novedad para el gran público y, sin embargo, es una realidad que lleva años desarrollándose a nuestro alrededor casi sin darnos cuenta. El Internet de las cosas supone la conexión a internet de objetos de uso cotidiano. Este hecho solo es posible gracias al gran desarrollo tecnológico logrado durante los últimos años.

Hasta no hace mucho solo era posible la conexión a internet a través de ordenadores y posteriormente a través de móviles y tabletas, sin embargo, hoy ya es posible conectar cualquier objeto a la red. Las primeras noticias que tuvimos acerca de la conexión de aparatos hablaban de neveras que avisaban cuando un producto iba a caducar o que podían ayudar a realizar la lista de la compra. Los fabricantes, conscientes del enorme potencial de este tipo de tecnología empezaron a incorporarla a sus procesos productivos, incluyendo sensores que hicieran de sus cadenas de montaje sistemas mucho más eficientes.

La eficiencia en la productividad que ha aportado el IoT consiguió que la inversión en objetos conectados en 2017 alcance los 13.500 millones de euros en España y alcanzará los 23.000 millones en 2020 según la Consultora tecnológica IDC. A nivel mundial la inversión actual en 2016 llegó a la cifra de 737.000 millones de dólares, un 17,8% más que en 2015, cifra que se espera sea superada en 2020 donde se rondarán los 1,29 billones de dólares. La inversión total se multiplicará en los próximos años, sin embargo, el número de proyectos que se verán beneficiados descenderá un 9%, lo que en definitiva no hace más que confirmar la madurez del sector que busca la mayor eficiencia en la propia investigación y desarrollo tecnológico.

La gran inversión en IoT tendrá su repercusión en la creación de empleo. Según datos de Randstad Professionals, el desarrollo del sector conlleva una demanda creciente de profesionales en el ámbito de las telecomunicaciones y la conectividad. Se estima que en los próximos años se van a generar 4,5 millones de empleos en Europa directamente vinculados. No solo se generará empleo en el desarrollo de los distintos aparatos y el software que lo conecte, sino también en seguridad. Ya que uno de los inconvenientes que está teniendo el desarrollo del IoT es la necesidad de crear nuevos sistemas de seguridad. Por lo que la seguridad de los objetos conectados será una de las máximas preocupaciones de las empresas tecnológicas que, sin lugar a dudas, empezarán a demandar profesionales en este sector.

Tal es la demanda de profesionales en este sector, que Grupo de Investigación BISITE, consciente de esta necesidad, pone en marcha un año más el Máster en Internet of Things, donde podrás especializarte para uno de los empleos del futuro. Si quieres información: https://iot.usal.es/

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